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Los reyes Felipe y Letizia se han desplazado este viernes hasta la sede del Comité Olímpico Español (COE) de Madrid para una cita que ha traído numerosos recuerdos al monarca. Juntos han presidido el acto conmemorativo del equipo español en las Olimpiadas de Barcelona y Albertville 92, estos últimos en su categoría de invierno, donde se homenajea a los deportistas que formaban parte de la delegación española y en la que el soberano tuvo un gran protagonismo.
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En agosto de 1992, don Felipe tenía 24 años y era príncipe de Asturias, el título que le correspondía como heredero al trono. Aún no conocía a doña Letizia y participó de forma muy activa en esos Juegos. Fue el abanderado del equipo español, desatando la locura en el estadio y las lágrimas de su hermana, la infanta Elena, de lo más emocionada al verle. Formó parte del equipo de vela, una de sus grandes pasiones que aún sigue practicando en sus veranos en Mallorca. Compitió en la clase Soling terminando en sexto lugar y obtuvo por ello un diploma olímpico.
La cita de este viernes ha estado presentada por los periodistas Juan Carlos Rivero y Mónica Martínez, y ha comenzado con la actuación de la soprano Pilar Jurado y el artista Momo Cortés, que han interpretando Barcelona, el himno olímpico que cantaron Montserrat Caballé y Freddie Mercury.
En su intervención, Alejandro Blanco, presidente del COE, ha dado las gracias al rey Felipe por ser "el mejor abanderado" que podríamos haber tenido y por su apoyo incondicional al deporte español a lo largo de todos estos años. "En Barcelona, el equipo olímpico español llevaba delante al mejor abanderado que un equipo y que un país podría tener, que es Su Majestad", dijo. En ese momento, las cámaras han captado el orgullo de la reina Letizia al escuchar sus palabras, mirando cariñosa al Rey.
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"Representa nuestra identidad, nuestras aspiraciones y nuestros valores, y es el ejemplo perfecto de lealtad, integridad, dignidad, compromiso y amor a nuestro país. Su Majestad fue el abanderado de nuestro equipo en Barcelona, y ahora el Rey y la reina Letizia hoy son los abanderados de esa España con valores. Gracias Majestades por el ayer y por el hoy", concluyó Blanco ante el aplauso de todos.
En la sede del Comité Olímpico Español se han proyectado algunos vídeos con las imágenes de los momentos más memorables que vivieron los deportistas en las Olimpiadas de Barcelona. Muchos de ellos estaban presentes en el auditorio y han recordado algunas anécdotas, como es el caso de Fermín Cacho, que durmió dos horas de siesta antes de competir y llevarse el oro en la prueba de los 1500 metros.
Almudena Muñoz, que conquistó la medalla de oro en judo en la categoría de -52 kilos, habló del momento en el que se subió al podio y no pudo ni sonreír de los nervios que tenía. Patricia Guerra se conviritió en la primera mujer en conseguir la medalla de oro en el deporte de vela y confesó que es "un orgullo ser modelo de referencia para las jóvenes generaciones".
Antes de terminar el acto, ha tomado la palabra el Felipe VI, que se ha mostrado muy simpático al empezar diciendo: "Bueno, la verdad es que da una alegría enorme veros y comprobar que no estáis mal, ¿eh? Os cuidáis". El soberano ha recordado el debate que provocó la elección de Cobi como mascota de las Olimpiadas de Barcelona, definiéndola como "una mascota rompedora". "Y el desfile inaugural, ¿qué puedo decir? Tuve el inmenso honor de formar parte de aquella delegación olímpica, de portar la bandera.... Son recuerdos imborrables para mí". Durante su discurso, el Rey provocó la risas de todos los presentes en varias ocasiones, como cuando hizo referencia al diploma que ganó. "Yo lo logré, lo tengo que decir. Un humilde pero digno diploma".
También dijo: "Recordar aquellos Juegos ayuda a entender el lugar tan destacado que en los últimos años ocupa España en el contexto deportivo mundial. Atletas, entrenadores, equipos técnicos, clubes e instituciones públicas y privadas... habéis situado a nuestro país entre las grandes potencias del deporte. Somos un referente en competiciones europeas y mundiales, y volveremos a serlo en los próximos Juegos. Todos compartimos esa voluntad y entusiasmo para superar el palmarés de las 22 medallas".
"Como comenté en alguna ocasión, yo no gané una medalla sino algo más valioso: conocer los valores humanos en los que se basan los Juegos y que unen a personas de todo el mundo. Animo a todos a seguir, trabajando por esos valores y apoyando a nuestros deportistas para mantener siempre viva la llama que alumbró Barcelona 92. Muchas gracias", terminó entre aplausos.
Como broche de oro al acto conmemorativo de la participación del equipo español en los Juegos Olímpicos de Barcelona y Albertville 92, don Felipe recibió un regalo de manos del presidente del COE. "Majestad, todos los deportistas que participaron reciben un diploma y una tarjeta acreditativa de ser olímpico. Queremos entregarle en todo el movimiento olímpico y deportivo para que siempre recuerde ese momento extraordinario pero, sobre todo, recuerde todo lo que le debemos como deportistas y como sociedad española. Recíbalo con todo el cariño del mundo", dijo Alejandro Blanco.
De nuevo, el Rey protagonizó otra anécdota porque se le cayó la tarjeta al suelo y, rápidamente se agachó para recogerla. Su reacción no pudo ser más espontánea y todos le apoyaron con un sonoro aplauso al grito de: "¡Viva el Rey!", mientras él no dejaba de sonreír.
El homenaje de este viernes que la gran familia del olimpismo ha rendido a los 'héroes' de Barcelona 92 se empezó a organizar por parte del COE a partir de 2010 con motivo del 50º aniversario de los Juegos Olímpicos de Roma de 1960. Desde entonces, se ha querido reconocer el esfuerzo, sacrificio y trabajo de todos los que abrieron el camino y sirvieron de inspiración para las generaciones futuras. España consiguió en aquella gesta un total de 22 medallas de las que 13 fueron de oro; 7, de plata y 2, de bronce, además de 41 diplomas. En total, la delegación española contó con 430 deportistas (301 hombres y 129 mujeres).
La participación del rey Felipe en unos Juegos Olímpicos no fue la primera de un miembro de su familia. Su tío, el recordado rey Constantino, ganó la medalla de oro del equipo griego de vela en Roma 1960, siendo la primera vez que los helenos conseguían ese galardón en la etapa moderna del olimpismo. En esa cita, la reina Sofía formó parte como suplente del equipo en el que participó su hermano.
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