La Reina escandinava, que después pronunciaría unas palabras ante los allí congregados, llevaba para la ocasión un look todoterreno construido a partir de básicos de tonos neutros. Un suéter fino de punto trenzado en color topo, pantalones de corte recto marrones y chaleco de efecto acolchado con bolsillos delanteros fueron las piezas que eligió
Mary de Dinamarca, exultante en su primer gran acto en solitario como reina