El desfile de Ágatha Ruiz de la Prada

La diseñadora sorprende con una de las colecciones más accesibles de los últimos años

Por Regina Navarro

Estamos acostumbrados a que las propuestas de Agatha Ruiz de la Prada estén protagonizadas por colores llamativos y volúmenes que, en ocasiones anteriores, han mirado incluso al gran Balenciaga. Sin embargo, en la colección de primavera-verano 2019, que presenta en Fashion Week Madrid, encontramos prendas más relajadas, en las que los tonos pastel y los cortes minimalistas conviven. El resultado es una propuesta accesible y elegante o, como ellos mismos aseguran “ostensiblemente ponible”. Algo que se traduce en pantalones de cintura alta, mini vestidos y prendas de largo midi.

Los estampados también han evolucionado. Aunque las flores, los corazones y la lluvia se cuelan, una vez más, entre las propuestas de la diseñadora, lo hacen de una forma mucho más sutil. Ceden espacio a los ojos y los labios que se estampan, en gran tamaño, sobre todo tipo de prendas. Un proceso de reciclaje que no solo ha afectado a su esencia, también a los tejidos que protagonizaban cada uno de los diseños.

Como punto final, modelos que beben directamente de la esencia de la diseñadora, de su imaginario de fantasía en el que los volúmenes imposibles y las mezclas de color se convierten en los protagonistas. Y una novia, blanca, radiante y con corazones salpicando todos los rincones del vestido.