África y su lado más salvaje, el colorido de sus estampados, su espíritu étnico y la seducción de sus atardeceres. Nuria Sardá nos lleva 'de viaje' a este continente para vestir su pasarela de primavera-verano 2016 dentro de esta 62ª edición de Fashion Week Madrid. Una colección bajo el sello de Andrés Sardá que, como es habitual, se adorna con multitud de detalles y accesorios. ¿El punto de partida? La sahariana, prenda representativa de un safari, y las gabardinas. Se deconstruyen e interpretan para dejar vistos sus diseños de lencería y baño que, en una segunda parte del desfile, toman como referente la fauna (sus pieles, las plumas de las aves...) de estas tierras, así como el 'patchwork', técnica característica de la indumentaria de las tribus africanas.

DETALLES DE LA COLECCIÓN

-Título: 'Voyage Sauvage'.

-Prendas: En moda de baño, encontramos trikinis, bikinis y bañadores, pero bajo un patronaje muy sensual, con cortes altos en los muslos para alargar las piernas, cintura elevada y escotes pronunciados con copas rígidas que dibujan y realzan el pecho. Por su parte, la lencería también juega con esta visión 'sexy' de la temporada e incorpora encajes y transparencias.

-Colores: Amarillo, 'nude', verde, azul... Eso sí, la combinación del negro con dorado se convierte en uno de los más recurrentes, siguiendo esta apuesta por una elegante sensualidad.

-Estampados: Nos encontramos con 'animal print' (felinos, cebras y serpientes) y flores, que, en gran parte de los diseños, se combinan entre sí para crear juegos visuales muy atrayentes.

-Ornamentos: Acompañando a las prendas, el universo ornamental de esta colección es muy rico y se inspira en la tradición africana. De ahí, sus adornos de rafia y piezas metálicas. Además, sus diseños se enmarcan con espectaculares aplicaciones de plumas. Por último, no se puede dejar pasar por alto el brillo que aportan cristales de Swarovski.

-'Beauty look': Mientras que los labios se presentan 'nude', son los ojos los que acaparan todo el protagonismo al marcarse en negro y ahumarse. En cuanto al trabajo de peluquería, ¡qué hay más africano que pequeñas trenzas de raíz para recoger toda la melena!