Fashion Week Madrid: Agatha Ruiz de la Prada

La diseñadora presenta una colección que abandona sus singulares y estrambóticos volúmenes en favor de unas prendas más funcionales

Por Raquel Sáez

Segundo desfile de esta primera jornada de Fashion Week Madrid, bastante concurrido para ver la colección que Ágatha Ruiz de la Prada ha ideado para la próxima primavera-verano de 2016. Entre las caras conocidas que no han querido perderse sus propuestas estaban, como no podía ser de otra manera, Pedro J. Ramírez y su hija Cósima, ambos acompañados por la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, que no se ha perdido detalle del desfile de la diseñadora catalana. Junto a ellos, también estaban en primera fila el diseñador Elio Berhanyer y la periodista Nieves Herrero.

DETALLES:

-La colección: Agatha ha presentado una colección que ha evolucionado desde aquellos diseños con exagerados volúmenes y cortes para abrazar una estética más funcional; eso sí, sin abandonar el color como una de sus características más reconocibles ni sus icónicos corazones y grafismos.
En general, hemos podido ver unas prendas que responden a un criterio clarísimo de funcionalidad, diseñadas para cualquier momento del día o de la noche: faldas de amplio vuelo con cinturilla, shorts, pantalones rectos de campana (un claro guiño a la estética de los 70, tan en boga últimamente), chaquetas, toreras, vestidos largos hasta los pies, además de sudaderas y camisetas con los clásicos grafismos de la diseñadora.

-Materiales y tejidos: sedas rústicas, algodón, popelines, transparencias, felpas, flecos. Todos ellos estampados con los típicos motivos figurativos y geométricos que caracterizan el personal estilo de la diseñadora: los corazones, las estrellas o las rayas.

-Color, siempre color: Es uno de los aspectos que más definen los diseños de Ágatha Ruiz de la Prada, y con vistas a la primavera-verano 2016 hay una decidida apuesta por los tonos pastel, pero también por los tonos block, más potentes y llamativos.

-‘Beauty look’: Maquillaje muy natural, en el que se potencian, sobre todo los labios en tonos rosas. El look se complementaba con un complemento muy 'caribeño': un turbante con una enorme lazada.