Fashion Week Madrid: Hannibal Laguna
Colección inspirada en las profundidades del mar
Hannibal Laguna, colección primavera-verano 2014.
Tras el folclore de Francis Montesinos, Mercedes-Benz Fashion Week Madrid primavera-verano 2014 nos trajo las propuestas de Hannibal Laguna. El diseñador de origen venezolano volvió a hacer un homenaje a la noche, con sus vestidos llenos de detalles y volúmenes muy visuales. Una a una, con mucha tranquilidad, fueron apareciendo las modelos sobre las pasarelas. Prácticamente, hasta que una de ellas no desaparecía de la pasarela, no hacía acto de presencia la siguiente. Con ello, se conseguía poder admirar con todo detalle cada creación, aunque, a la par, se consiguió que fuera uno de los desfiles más largos de esta edición de esta cita madrileña de la moda.
DETALLES
Inspiración: Los fondos marinos, las anémonas y medusas, así como el destello plateado de los peces son el punto de partida de este creador. Algo que ya caracterizó a anteriores colecciones.
Colores: Base en ‘nude’ y rosa palo. Además, verde, coral, maquillaje y púrpura.
Creaciones: Cómo no, lo suyo son los vestidos. ¡Única prenda del ‘show’! No obstante, combina distintos cortes, aunque siempre con una línea ‘retro’, en la que combina aires años 20 y 50. Por un lado, vestidos largos con faldas con cola o efectos velados por los tobillos; y, por otro, cortos con faldas abullonadas por encima de las rodillas. El nexo de unión entre ambos son los cuerpos encorsetados, que muestran un amplio abanico de escotes, aunque siempre con mucha ornamentación: se presentan cuajados de abalorios y ‘paillettes’, con cristales o con bordados.
DETALLES
Inspiración: Los fondos marinos, las anémonas y medusas, así como el destello plateado de los peces son el punto de partida de este creador. Algo que ya caracterizó a anteriores colecciones.
Colores: Base en ‘nude’ y rosa palo. Además, verde, coral, maquillaje y púrpura.
Creaciones: Cómo no, lo suyo son los vestidos. ¡Única prenda del ‘show’! No obstante, combina distintos cortes, aunque siempre con una línea ‘retro’, en la que combina aires años 20 y 50. Por un lado, vestidos largos con faldas con cola o efectos velados por los tobillos; y, por otro, cortos con faldas abullonadas por encima de las rodillas. El nexo de unión entre ambos son los cuerpos encorsetados, que muestran un amplio abanico de escotes, aunque siempre con mucha ornamentación: se presentan cuajados de abalorios y ‘paillettes’, con cristales o con bordados.
