El desfile de Palomo Spain

La parte más bella de la caza hecha costura

Por Amaia León

¿Puede crearse una colección de moda inspirada en la caza sin hacer apología de la misma? Alejandro Gómez Palomo, la mente y el lápiz detrás de Palomo Spain, ha ratificado en Fashion Week Madrid que es posible, igual que lo demostró hace unos días en la Semana de la Moda Masculina de París, donde ya presentó su propuesta de Otoño/invierno 2018-2019 que hoy ha desfilado en los lujosos salones del Teatro Real de Madrid. Para conseguirlo, el diseñador ha extraído las prendas y las texturas más característicos de esta afición tradicional y les ha sumado la belleza onírica que caracteriza su estilo.

En siluetas tan trabajadas como habitúa, pero con formas más rígidas que las que conquistaron, por ejemplo, a Beyoncé o Rita Ora -algunas de las estrellas femeninas que han lucido estas creaciones ideadas originalmente para el hombre-, el diseñador cordobés ha unido, a través de los tejidos, dos formas diferentes de vivir la caza. Así, el tartán, el tweed o la lana, telas característicamente inglesas, se combinan con el terciopelo o los brocados que Felipe IV y su corte lucían al volver de sus cacerías, según los retratos que pintó Velázquez. A partir de esta diversa muestra de tejidos, Palomo propone diseños barrocos y brillantes -marca de la casa-, pero también piezas más urbanas y fáciles de incluir en cualquier armario, de hombre o de mujer.

Igual que la propuesta de Palomo Spain no es, para nada, típica, tampoco lo ha sido su presentación en el Teatro Real. O al menos, no ha sido el desfile al uso que hoy hacen la gran mayoría de los diseñadores españoles, aunque, realmente, sí se ha parecido a aquellos pases privados que los grandes modistos del siglo XX organizaban para sus mejores clientas. Porque, aunque a medida que crece su reconocimiento lo hace también el interés por vivir uno de los desfiles de Palomo y estos son cada vez menos privados (Almodóvar, Rossy de Palma o Cristina Cifuentes tampoco), la fascinación que ha provocado esta colección en los presentes es comparable a la admiración que generó, por ejemplo, el New Look de Christian Dior hace más de siete décadas.