Arranca un desfile femenino, con toques roqueros y una mujer a la que le gusta ser ‘sexy’ sin perder su elegancia. Color y mucho volumen sobre la pasarela de
María Barros.
Colores: Rosas, verdes, granates… y tonalidades neutras. Que se combinan con joyas en metal dorado. De hecho, este toque metálico aporte ese aire roquero a las prendas, pues también se destina a las hebillas de cinturones.
Líneas: Sobre la pasarela, prendas que juegan con los volúmenes conseguidos con drapeados y lazadas ‘XXL’. En general, un patronaje circular que marca las caderas con anchos cinturones de cuero.
Tejidos: La seda, junto con la lana, se convierten en los tejidos estrella de la colección.
Estilismo: Las modelos llevaban largas pelucas de pelo gris, en homenaje a una de las grandes ‘tops’ de los noventa que vuelve a estar en la cima de la moda,
Kristen McMenamy.