Una violinista sobre la pasarela, música insinuante, desgarradora… Una puesta en escena que anunciaba un desfile muy visual, lleno de detalles y con un trabajo de patronaje muy estudiado. En este análisis de la forma, Adolfo Domínguez parte de un clasicismo con base ‘setentera’. Sin embargo, en una ascensión hacía el vanguardismo de nueva generación, el diseñador gallego transforma sus prendas con una deconstrucción que nos presenta nuevas siluetas, que encuentra su inspiración en la arquitectura de Gaudí.
DETALLES DE LA COLECCIÓN